miércoles, marzo 28, 2007

El libro de Zaynab. Madinat al-Muluk. XXI y XXII.


        © Ricardo Martín





La fuerza que tengo
Calamus



Aún recuerdo el día en que fui a la mezquita
de Yabal al-Barid*, que llaman de Monte Frío,
porque hoy la luz se cubre
de un manto gris, pesado, como de tierra yerma
donde la buena lluvia desperdicia sus dones.

Era aquella mañana cual de cristal tallado,
una huerta frondosa, brillante de alegría.
Fuimos mi madre y yo en piadoso paseo
y desde aquella altura
la tierra regalaba, querida a nuestros ojos,
agradeciendo a Dios su grande complacencia:
Delante era el adarve
de al-Yahud**,
sus apretadas casas, los árboles graciosos
de sus pequeños patios;
hacia la izquierda el río, preso en el hondo tajo,
llevándose murmullos, arenas de otra orilla.
Y, más allá, en la vega,
cerca de la maqbara que dicen de mozárabes,
la almejía encendida del granadal en flor,
su bermejo color era el augurio feliz del Paraíso.

Oh, traspasado amor del corazón abierto.

El muecín llamaba para salat al-zuhr***
y supe que el Señor no olvidaría mi sala****
en gratitud de mis afanes.


*Mezquita de Monte frío o Monte Frido **Los judíos ***Oración al mediodía ****Oración






Amo a mi amor después de haberme amado,
aplacada su sangre varonil
que, cansado de amarme, su fatiga
es remanso armonioso de las aguas
donde hablar o mirar las estrellas.

Anoche le agradaba el ajedrez.
Traje el noble tablero
tallado de marfil.
No sabía que aprendí de mi padre
y quise, si ganaba,
conocer de su nombre
y,si el ganaba, tomar en trofeo
los besos de mi boca y mi cintura.

Jugamos sin descanso, silenciosos,
como juegan los dedos de una mano.
Era un ladrón el alba que asomaba
tras las sublimes torres de Al-Hizam.

A la vez que vencía
al valor de mi amante
tuve miedo para saber su nombre
como si fuera el río que se escapa...
Y me dejé ganar por su alta mano.

No existió derrota más gustosa
que la de sumergirme
en tan hermosas aguas perfumadas.








2 comentarios:

Cristina García Desplat dijo...

He leído todos los capítulos. Es precioso. Este es mi favorito.

Saludos

Anónimo dijo...

No sé, sólo me dejo llevar por tus palabras. Gracias por adentrarme en un terreno que no domino muy bien.

Besos

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