sábado, marzo 28, 2009

Nº 23 de Hermes. Primer poema





      Si dejo de escuchar con la mirada
      y silencioso el párpado del miedo,
      tumbada, nunca muerta,
      un oficio de mar
      acompasa sus olas con las ramas
      y, tierra adentro, barcos,
      griterío de un puerto,
      oblicuos mascarones impacientes.

      Me deslizo a las islas
      donde no se contagia
      la melancolía,
      donde no se sabe llorar,
      dolerse,
      manutención temblando.

      Hay un estar viviendo
      lo presente,
      hay un exceso
      de los giros más bellos que las damas
      suelen trazar con sus sombrillas.

      Tierra adentro, muy dentro,
      el viento de los árboles, mañanas
      de la espuma,
      veletas en las velas reidoras
      y una música cerca.




    Rose - Ludovico Einaudi

    5 comentarios:

    Inma BabiaS dijo...

    en este Jardín cabe el mar ;)

    Algaire dijo...

    "Si dejo de escuchar con la mirada...."
    Muy buena la introducción para este poema.
    Un abrazo

    almena dijo...

    Feliz semana, querida Ogi.
    Y que sea reidora.

    :)

    Beso!

    Anónimo dijo...

    Es curioso:"escuchar con la mirada"
    Qué preciso, qué exacto...
    Entre esto y los claroscuros que tú sabes, llevas dos días soprendiéndome (más)
    Un beso, mi reina.

    Anónimo dijo...

    Que inquietud, siempre, cualquier exceso de una dama. No sé si invariablemente justificado, pero si sé que nunca casual.
    Polov.
    Besos

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