
Cuarto creciente
Tu hermana tendrá un hijo...Tú no esperes
el regreso de Pinkerton, la voz
de quien ensaya una promesa firme
o flores
que las recién casadas aderezan
en búcaros, en dormitorios cálidos,
en un joven y bello regocijo.
Quema tu aleteo de mariposa
cuando llegues allí.
Los niños serán siempre ocasionales
excusas para ocultarte y decir
que quieres descansar de los ansiosos
y estar desnuda y lejos de sus manos.
Los niños serán siempre de otras madres,
los marinos tendrán sólo una noche
de placer
en tu casa.
El mar verá tu vuelo de marfil.
Dile adiós a tu hermana girasol.
Despídete del día y su promesa
de nupciales navíos desde el Este.
5 comentarios:
Ahh... Madame Butterfly... y esa luna preñada. Precioso.
Un abrazo silencioso
Querida amiga.
Querida POETA.
Un beso
Me gus´´o esa luna, que coquetea entre la sombra y la luz.
"Despídete del día y su promesa..."
Una tragedia contenida en un sólo verso.
Saludos, Ogigia.
La luna siempre tan llena de misterio.
Un abrazo y buen fin de semana
Publicar un comentario