Tek Zeybek, Turkish blend
Vincent Courtois/ Gilles Andrieux
Colmena
Los frescos abanicos
de un avestruz noctámbulo,
moviendo, perezosos, la seda de septiembre
y cómo dormirán,
qué gordo vientre al vientre de otro cuerpo sumando
la ausencia de individuos
junto a su reina inmóvil.
Abanicos del alba
abriendo las turquesas del último romero:
se despiertan los ojos
de perdiz en los troncos
próximamente enfermos de la melancolía
y un aroma esencial
del fin de la impureza
del verano,
se parece al aceite que cubre los jardines
friolentos.
Y cómo agitarán
lechos poligonales si quizá soñarían
con un vuelo rasante
por jugar con el polvo
misterioso
y maquillar su espalda para una escena china.
Qué señal inaudible
iniciará la fábrica
de pegajosa leche
y un runrún de jalea
delicada.
Les hablas si tu mano penetra hasta ese instante
de recelo y se enroscan
de enojo a tu muñeca.
Les hablas con cuidado, mientras robas su azúcar,
como a los leopardos
que preparan sus zarpas cuando un intruso ronda
sus dominios.
Y ellas, que te conocen,
te exploran dócilmente
y te revelan
un dialecto de nunca
negativas
que ignora las palabras punzantes en tu rostro,
que no sabe mentir
ni escapar de los bellos avisos de la muerte.
3 comentarios:
De lujo, de día de fiesta.
:)
Que tengas un feliz fin de semana, querida Ogi.
Perfecto viaje a esa colmena en este fin de semana.
Un abrazo
Ah, esa estrofa final escuece como aguijón...
Un besín
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