Entra una brisa y tintinea
con casual elegancia
el diapasón del calder.
La mecha de la vela
en la mesa, con suave fuste,
funde su piel y da volumen
-cierto sonido a hueco-
a ese recuerdo.
El gato se distrae
cazando la rebelde pizca
de una mosca.
Y un movimiento viene y va
del olvido como la brisa
que ahora se detiene.
No conoce el fracaso.
Aria - Mozart
Diríase
que todo lo consiente tu mirada.
Que tu mirada: cuencos por llenarse,
ventanales que ansían su trabajo,
albas que, disipándose
dóciles, se prodigan como un ser
bondadoso.
Parece tu mirada
irisación,
bandeja,
hoja cautivadora donde escribe
quien llega.
Pero que no se engañen...
Hay un planeta en sombra que contiene
su sol.
Hay una luz que lo florece todo,
que lo anega,
lo poliniza en sombra,
lo cultiva sombrío.
Un asalto de luz
para esas fortalezas arrogantes.
Tan sólo una mirada de tu párpado
sabría derruirlas para siempre.
I Was Always Your Girl - Everything But The Girl
Quizá los frutos
del abedul... planean:
La liviana cortina al mediodía,
las voces inaudibles
del pequeño apetito, ¿qué repiten
cayendo lentamente hasta el tapiz?
Amentos
como sexos viriles o badajos
o deseos con forma de pulgares
para tocar mis hombros
y burlarse
de la madurez.
Aquí no cumples años,
no me regalan
animales dormidos de belleza.
Aquí la lluvia, en mí la lluvia
de los frutos que son
insistencias,
viejos dioses cubriendo mi cintura.
Aquí no cumples años.
Ya no dividiré los talismanes
de tierra del adiós.
Ya no seré educada
ni intencionado anillo
femenino.
Reflection. - The Secret Garden
Roza la timidez de los galápagos,
puntas de huesos
pulidos en el curso
y la nutria construye un laberinto,
y el barbo, y la culebra...
El río,
con el nombre de espada de dos filos,
busca el temple del tiempo en las ciudades,
corre hacia las leyendas
de la infidelidad,
de ser un cuerpo acariciante, fértil.
Viene de las montañas
con sortijas de dioses cuyo pelo
sólo rescatan los tritones para
adornar su casa;
viene
riéndose
porque me debe aún el viejo ciervo
un trago de su boca.
Oro de los guijarros,
limo que no ha paladeado azúcar
de ocasiones perdidas,
de jardines donde fue doloroso
despedirse.
Todavía no es tiempo,
todavía mujer
anfibia, espada
que recorre las puestas de las moscas.
Me quedaré en su orilla
todo lo que respire,
lo que pueda
repetir en libélulas.
Un movimiento
su brazo trasparente,
algo que nunca cesa,
no se deja medir.
Simple - India.Arie