sábado, agosto 26, 2006

Alice lunar 3



Luna roja


La buganvillas caen y no fermenta el pan
y se encrespan los gatos y en los templos escitas
la sangre de los jóvenes
llega hasta el mar y sirve de espumoso reflejo
a tu ocultado rostro,
al veneno que beben los marinos de América.

Alice,
¿qué veneno preparas para delgados dioses
que quisieran dormir
en tu regazo
y negar que están muertos, que sólo tú pudieras
robarlos de la muerte, levantarlo en vilo,
cubrirlos de menstruales abluciones?

Oh, Alice,
¿qué tiempo es éste tuyo donde todo doblega
su hierro a tu potencia?

Adiós los juramentos,
contemplativas vidas, jardines japoneses,
cositas a ese lado de los buenos propósitos.

Tú sabes qué veneno prefieren las manzanas,
qué miradas gorgonas
tendrás cuando, en los bares, alumnos hermosísimos
respondan a tus señas,
te pidan ser comidos entre tanto te miran.

Las buganvillas caen
y azulados papeles, libros de la autoestima,
respetos,porcelanas.

¿Qué veneno regalas a coros eclesiásticos
de la paz a los hombres
que no puede
enmascarar tus labios,condenar tu cuchillo,
huir de otro tormento?



domingo, agosto 20, 2006

Alice lunar 2


Luna llena

Recorres los campos acompañada por salvajes mastines
y en los cruces de los caminos hallas viajeros
temerarios que han perdido su Norte.

Ya no recuerdas
qué amantes de tu casa
vinieron a decirte que es muy triste
no suplicar ni el llanto
a cambio del tesón de sus esposas, de su ordenado hogar
para soñar infieles aventuras y un alarde viril
en sus linajes.

Desde tu extrema soledad
de reina del desierto te inclinas
a las cantoras de dieciocho años
que aprenden de las sabias prostitutas
a modelar las dunas de sus muslos
y a conjurar los dientes
del simún.

¿Qué naderías guardan
los hombres que presienten su extravío,
que te huelen brillar
como una virgen lasciva bajo el manto,
como remota maldición que llega
cuando todo parece una victoria?

Hay campos sabedores de tu hoguera, campos
que no se dejan engañar
por ciudades de luz;
esas tierrras baldías, habitadas
por salvajes mastines,
por ventiscas que borran los caminos
y habitadas
por mujeres de amor que han olvidado
el llanto de sus ojos.



(Aclaro que los versos, en el original, son más largos pero, por aplicar un formato de letra más grande, ocupan demasiado espacio en una sola línea)

domingo, agosto 13, 2006

Alice Lunar


Cuarto creciente

Tu hermana tendrá un hijo...Tú no esperes
el regreso de Pinkerton, la voz
de quien ensaya una promesa firme
o flores
que las recién casadas aderezan
en búcaros, en dormitorios cálidos,
en un joven y bello regocijo.

Quema tu aleteo de mariposa
cuando llegues allí.

Los niños serán siempre ocasionales
excusas para ocultarte y decir
que quieres descansar de los ansiosos
y estar desnuda y lejos de sus manos.

Los niños serán siempre de otras madres,
los marinos tendrán sólo una noche
de placer
en tu casa.
El mar verá tu vuelo de marfil.

Dile adiós a tu hermana girasol.
Despídete del día y su promesa
de nupciales navíos desde el Este.

sábado, agosto 05, 2006

Poema Alice 3


PANTERA PERFUMADA


Cuando quieres hacer un solitario
laberinto,

cuando tus ojos verdes se distraen
vigilando por ti las hojas secas,

cuando el felino joven que tú fuiste
cede su rastro al lustroso pelaje
de noviembre,

cuando la tierra duerme amoratada
y los venados lanzan sus berridos
y los cachorros cuentan sus conquistas
para cruzar soñando
el Año Nuevo,

parece que estás fuera
salvaje e invisible.

Sin embargo,
de tu carne tranquila mana lenta
una extraña fragancia;
de tu distante negligencia surge
y atrae a rubias bestias
bien intencionadas
que alegres curiosean tu laberinto,
que van pisando trampas de hojas secas
y pretenden saber
qué músculos desgarras, qué seguros
colmillos.

Déjales conocer tu resistencia,
que ignoren la textura de tus uñas
y aroma su llegada mansamente:

debe ser oportuna
la señal que te indica cada presa,
esa ocasión certera del zarpazo.

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Jardí­n al mar 1605 Blog de poesí­a y otros textos Ogigia María Antonia Ricas
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