En el valle Spiti
Donde la hierba apenas tiene un nombre
y las únicas flores pertenecen
a coronas de hielo, a los Aditya;
donde la piel se seca y se confunde
con el color del barro o las boñigas
de ovejas aceradas por la altura;
donde las rocas aman los glaciares
y se envanece un mundo fragmentado
pero se hace cristales y se alisa,
es absurdo pensar que moriremos.
7 comentarios:
una edelwais inmortal :-)
buenos días, Ogi.
Y un beso.
gracias, alme, pero no es exactamante la edelweis, en el valle del himalaya, en uno de los múltiples y feroces valles
He estado leyendo sin hablar, falta de impulso, supongo, y ahora leo y hablo, escribo, aunque la mitad de las veces después de leerte lo que me quedo es muda.
Y ante algunas visiones es cierto, sí que es absurdo, sí...
Un beso, Ogigia.
__Berenice__
Por alguna extraña razón todos los que van al Himalaya vuelven con la impresión de que allí el tiempo no corre y la paz te inunda, incluso los que no creen en Dios vienen diciendo que notaron "algo" especial.
Un abrazo
Para mi mal, tuve la feliz ocurrencia de sobrevolar los valles de Nepal en una avioneta de un solo motor, y con un piloto local que añadió a la rabiosa belleza del paisaje la idea de hallarme, efectivamente, demasiado próximo a los dioses.
No obstante, es cierto, es absurdo pensar que moriremos. O no...
Saludos
Aunque tres veces vivamos, moriremos todas ellas y por aquellas cumbres el viento seguira silbando.
Hay cientos de maneras de vivir y para morir basta un instante.
Imprimes en el verso el don de la memoria. Como siempre, eres inigualable.
Un beso, Ogi.
qué mal me tratáis con vuestros halagos, jajajajaja,gracias
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