Junto a tu lado pasa con señales de futuro esperándola sumiso. No sabe del hedor de los vampiros disputándosela. Desconoce que será transparente y tú la odias.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Oh densidad, divino tesoro...
Repasarte cien veces, como si de un desmemoriado se tratara, como si al fin las palabras montadas unas sobre otras tuvieran su propio circunloquio, atravesandose el ojo de sentencias de algodón, marcadas por la cadencia equilibrada que dejan gotear, uno tras otro, los fonémas.
Releerte en los breves entreactos nunca desiertos de palabras, para alcanzar esa complicidad concéntrica que el verso irradia desde su propia matriz generadora.
Alcanzar asi una parte de significado, que se transmutará minutos más tarde, por el enmascarado duende que perturba las palabras, hasta que en su huida se desdicen y equivocan, y que al levantar el vuelo, ya son motivos, traidos a la luz.
4 comentarios:
Oh densidad, divino tesoro...
Repasarte cien veces, como si de un desmemoriado se tratara, como si al fin las palabras montadas unas sobre otras tuvieran su propio circunloquio, atravesandose el ojo de sentencias de algodón, marcadas por la cadencia equilibrada que dejan gotear, uno tras otro, los fonémas.
Releerte en los breves entreactos nunca desiertos de palabras, para alcanzar esa complicidad concéntrica que el verso irradia desde su propia matriz generadora.
Alcanzar asi una parte de significado, que se transmutará minutos más tarde, por el enmascarado duende que perturba las palabras, hasta que en su huida se desdicen y equivocan, y que al levantar el vuelo, ya son motivos, traidos a la luz.
Vamos, que me gusta.
Un beso, Ogi.
Buenas noches, poeta
:-)
Corto pero intenso.
Un abrazo
gracias a todos
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