El relámpago
Luis Delgado
Después de la plegaria de los viernes
hemos bajado a orar por nuestros muertos.
Cruza el mediodía la Bab Saqra *
hasta acariciar la extensa vega.
El suelo se cubrió con flor de almendro...
Suave el aire como aliento de niño
juega el río con vidrios solares.
En la maqbara**, el gusto del encuentro
entre los vivos rompe el silencio.
Se oyen las carcajadas de las daifas
bajo los alfaneques del amor.
Me siento donde mi amiga duerme.
Si supieras, Amira, lo que busco
las dos acogeríamos con ansia
compartir el secreto costosísimo.
Pero llegó Ezrael
cuando las flores de jazmín ornaban
los rizos de tus hermosos hermanos.
Me quedé sin ti, ovejita perdida,
sin tu voz de regalo melodioso.
Cubra de lluvia el cielo
tu tierra descansada.
* Puerta de Bisagra **Cementerio
Subiría al alminar del templo
cuando salat al-fayr*, al alba,
los pájaros rozándome la cara
y el aire fresco limpiando el cielo
de demonios nocturnos.
Sería invisible para el almuédano
-mientras su grito triste
llega hasta la muralla-
convirtiéndome en un águila hermosa
que vuela sobre las torres, mi casa,
los preciosos palacios de Al-Hizam**,
hasta hallar tu morada,
tu ventana, tu lecho,
y yéndome a posar en el alféizar
mirando tu oración,
aguardando tu rostro.
Dios perdonará mi pensamiento
pues, cual ave liberada, te busco
como se busca un nido.
* Oración al alba **El Ceñidor: nombre que se les daba a los palacios reales, junto al Alcázar
1 comentario:
Y llego al final de lo que publicaste quedándome con las ganas de leer mucho más.
Te felicito pues el Libro de Zaynab es precioso.
Un abrazo
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