
© J.A.L. Cooke Oxford Scientific Films
La abeja euglosina existe en un rincón del amenazado planeta amazónico y la orquidea cubo coriantes también, su cómplice, su amorosa enemiga. El poema no se editó así; no he podido resistirme a transformarlo en prosa poética... quizá se debiera haber publicado de ese modo. Es uno de mis preferidos del libro.
4 comentarios:
Curioso paralelismo entre el amor y la agonía. Se repite muchas veces en la naturaleza.
Bello, como todo lo que escribes.
kuko
Como la vuelta desde los versos a la prosa, y viceversa y más. Gracias, poeta :¬)
Ah... le has puesto movimiento a ese fotograma y zumbido agitado a esa danza de la extenuación casi suicida...Las orquideas son maestras de seducción, un reclamo espectacular del que depende su supervivencia. Tu prosa también seductora, invita a impregnarse de poesía...” a buscar su perfume/ y vuelta/y vuelta...”
Un besín
:)
Besazo de domingo
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