RELOJ DE SOL
Como dos
mujeres que se amaran entre sí,
se deshabita el agua y acaricia
el hielo,
y tanto lo desea que se hiela
quemándose,
solidificándose
con la materia amada.
¿Qué griterío de gaviotas turba
esta reminiscencia
de transfiguración?
¿Qué ballenas arriesgan su volumen
para palpar en la llanura el cuerpo
contenido de Amundsen?
¿Qué submarinos periscopian albos
abrazos femeninos,
y observan demasiado y no consiguen
consolarse?
Y la luz
inaugura la elipse del jadeo
e inicia un meridiano
de persuasión que asusta a tantos hombres.
Allí,
muy lejos,
donde el sexo no varonil desplaza
a las auroras.
Allí,
muy lejos,
donde nadie se atreve a adormecerse.
Esperanza Spalding
2 comentarios:
Y tú tan lejos y tan cerca.
Un abrazo en mi casa jardín estos días.
Sara
Felices soles - y nieves y vientos, que también les toca-
Un abrazo, poeta
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