© Ricardo Martín
Les dije a los niños que contemplaran el azar
violeta, su insospechado regalo, pero ¿cómo
sabrían comprenderme si el viento aún les posee,
si pertenecen al aleteo que no se explica
a sí mismo y a salvo se vuelve también violeta?
Ellos,
que ignoran el sometimiento a las fatalidades,
residen todavía en el ciclo del agua.
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7 comentarios:
preciosos colores, pasteles, como una obra de arte.....
nubes y colores que dan forma a un sueño hecho realidad....
y todo como regalo para nuestros ojos
contemplad, escuchad !
saludos
pd. te recomiendo mi FOTO - BLOG
saludos
http://fotoblogsenda.blogspot.com/
Hay regalos que sólo se pueden apreciar con la edad.
Un abrazo
...yo quiero ser niño, quiero ser... ese aleteo que no se explica
Ellos no contemplan, pero saben sumergirse entre todo aquello que nosotros, sólo sabemos contemplar.
Estoy de acuerdo con el último comentario.. pero que bien explicado;)
Saluditos Ogigia, muy bello el texto y la imagen.. el color violeta es, entre otras cosas, relajante.
Me gusto mucho el final.
Hoy por segunda vez en julio salì en Babelia.
Un abrazo desde Madrid.
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