domingo, julio 16, 2006

Veintitrés

© Ricardo Martín




Les dije a los niños que contemplaran el azar
violeta, su insospechado regalo, pero ¿cómo
sabrían comprenderme si el viento aún les posee,
si pertenecen al aleteo que no se explica
a sí mismo y a salvo se vuelve también violeta?

Ellos,
que ignoran el sometimiento a las fatalidades,
residen todavía en el ciclo del agua.


7 comentarios:

senda de luz dijo...

preciosos colores, pasteles, como una obra de arte.....

nubes y colores que dan forma a un sueño hecho realidad....

y todo como regalo para nuestros ojos

contemplad, escuchad !

saludos

senda de luz dijo...

pd. te recomiendo mi FOTO - BLOG

saludos

http://fotoblogsenda.blogspot.com/

Leodegundia dijo...

Hay regalos que sólo se pueden apreciar con la edad.
Un abrazo

Anónimo dijo...

...yo quiero ser niño, quiero ser... ese aleteo que no se explica

Amanda dijo...

Ellos no contemplan, pero saben sumergirse entre todo aquello que nosotros, sólo sabemos contemplar.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el último comentario.. pero que bien explicado;)
Saluditos Ogigia, muy bello el texto y la imagen.. el color violeta es, entre otras cosas, relajante.

Leo Zelada dijo...

Me gusto mucho el final.

Hoy por segunda vez en julio salì en Babelia.

Un abrazo desde Madrid.

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Jardí­n al mar 1605 Blog de poesí­a y otros textos Ogigia María Antonia Ricas
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