
© Ricardo Martín
En la nitidez que se levanta de la niebla el viaje traza
su esperanza matinal, la enigmática y alta escapatoria.
Una aventura inalcanzable parece trazarse en lo pálido,
una travesía que desconocemos simula quedarse
como un hilo de espuma, como una invitación a las preguntas.
Desatendemos la razón de los adioses, los argumentos
que justifiquen distanciarse en la madrugada, separarse
de la gravedad y su refugio. Ignoramos la cobardía
en irse o el apremio en el encuentro tanto tiempo esperado.
Aquí estamos, anclados en nuestro puerto, en nuestro sortilegio
de vivir. Observamos por un instante la altivez del viaje:
Ellos, allí arriba, anónimos salvo en sí mismos. Son tan frágiles,
son tan caedizos.
¡Cómo nos pertenece su arrogancia!
8 comentarios:
Biennnnnnnnnnnn
Agradezco mucho tus palabras, porque sé que bien con mucho cariño. La calidad, la poesía, la encuentro aquí en tus letras, con un excelente saber hacer. Felicitaciones de todo corazón por tu gran trabajo, me encanta venir de vez en cuando y leer y volver a leer. Gracias, un abrazo enorme Ogigia.
Bien, pués me dejas sin palabras una vez más, sólo repetir lo de siempre; qué bueno Ogigia;) te admiro
eeeeeeeele, pues unos estamos mas ancaldos que otros, y otros ni se dan cuenta del sortilegio, me encantan las aventuras inalcazables en lo palido. quedara muy bien en papel, seguro. aledingue.
eeeeeeeele, pues unos estamos mas ancaldos que otros, y otros ni se dan cuenta del sortilegio, me encantan las aventuras inalcazables en lo palido. quedara muy bien en papel, seguro. aledingue.
"Desatendemos la razón de los adioses...".Me rindo,la precisión con la que "miras", me desarma.
Un besín y que disfrutes de estos días de descanso
Nuestro cuello funciona como un balancín de esperanzas. Somos reyes de lo horizontal. Enanos para la gloria. Dispuestos a creer en la infinita gravedad.
¡Qué rectilíneas franjas no dejarán en tus manos primorosas el secreto de su vuelo!
Besos a reacción, Ogi
Hermoso vaya que deleite sumamente hermoso.
En la nitidez que se levanta de la niebla el viaje traza
su esperanza matinal, la enigmática y alta escapatoria.
¡Como nos pertenece su arrogancia!
Hermoso
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