Conoce lo oculto, sostiene
la calma y la ceniza.
Luz,
entre tanto, que se enreda,
que juega, curiosea.
Conoce la tierra mojándose,
huellas de mineral
de sol a sol,
pieles de insectos,
crujidos de semillas,
diminutos guijarros hechos
de sed,
el ángulo del alba
en el talón pulido
por las horas
y oficios del cansancio: puntas
de flechas sin gritar hendidas
suela adentro.
Y restaura la prisa,
esa parte del pie que vuelve
a casa;
lima, en el puente,
restos de escamas de animales
de polvo;
raspa, acuchilla, mide el cuero
que ajuste a curvas suaves,
próximas a la arena,
y cose donde ceden
junturas o una vida,
veredas cotidianas, días
de fiesta
cuando el calzado es fino.
Luego abrillanta con betún
y observa el desenlace
y apura el equilibrio
del cigarro.
La luz sigue en el juego,
sigue curioseando
y es septiembre.
7 comentarios:
Buenas noches, poeta.
Me ha encantado.
Y también constatar que tratas con igual mimo, que tus poemas loan con igual música, desde una diosa del Olimpo hasta un digno y humilde zapatero.
Olé por usted y su poesía única.
Un beso!!
Zapato de luz y gloria. Aún diciendo, dices y, a veces, lo que queda preso del despiste o de la prisa. Y aquí lo encuentras.
Un beso, Ogi
Tiene la luz de los atardeceres de Septiembre, y esa cadencia de los que vuelven a casa después de la faena. Me gusta ese tiempo, ese ritmo...
Un beso!
Qué hermoso poema... no sólo el ritmo sino la forma sútil de convertir las palabras en imágen.He disfrutado mucho leyéndolo.
Me alegro de este encuentro.
Un saludo y hasta pronto.
La visita que he devuelto por cortesia, se ha convertido rápidamente en interes. gracias por visitar mi blog....yo no me perderé el tuyo.
Aitor
¿Dónde te habías metido antes? ¿Cómo me podía estar perdiendo estos poemas?
Siempre he pensado que el trabajo de un zapatero tiene algo de zen...
"Y restaura la prisa,
esa parte del pie que vuelve
a casa;"
Nunca creí que se pudiera escribir la labor de un zapatero de forma tan poética.
Es precioso.
Un beso
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