El humo antiguo del deseo
conversa
con el calor.
Un misterio femenino flota
entre los abanicos.
La respuesta sagrada
recorre esa materia de humo,
tiene los ojos de quien vive
creyente,
son ojos de mujer,
ojos de madre que rescata
al hijo muerto de la muerte,
lo desclava
y lo acuna,
lo abanica,
le da en el corazón
para que mueva su regalo.
¿Qué importa ahora el tiempo
que carece?
8 comentarios:
Gracias por tu visita.
Bonita y sentida frase "ojos de madre que rescata
al hijo muerto de la muerte,". Como siempre me sigue asombrando tu forma de escribir.
Un abrazo
Buenos días poeta.
¿qué decir?!
sólo el silencio hoy...
entre "el humo antiguo..."
Me dejas tantas veces sin palabras...
Besos y besos :-)
Breve y muy intenso... sobre todo la frase que comenta leo, si se lee seguido es verdaderamente contundente.
Me gusta tu página, me gusta la linea que lleva... Hoy tengo un día complicado, pero prometo volver a dar una vuelta tranquilamente, tal cómo merece este sitio. Ahora mismo te añado a favoritos.
Un beso
Una unión que quiebra almas, deseo y calor, ¿Que importa el tiempo?
De nada carece tu poesía.
Saludos desde la noche tardía.
Gracias a todos. Ignacio ¿cómo puedo ponerte un comentario en tu blog)?
Bellísimo el poema.
No te deja indiferente...
Un saludo
Estoy de acuerdo con leodegundia, esa visión es triste, pero muy hermosa.
Bello como siempre.
besos.
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