
Si los tocas
todavía conservan
ascuas,
no sólo un ornamento
durísimo,
no sólo un negro
resplandor.
Si los tocas,
palpas su tacto de metal herido,
quieren abrir el cuerpo que protegen,
quieren negar su muda resistencia.
Abrir en dos el pecho del silencio
al sol del mediodía más pagano;
abrir de par en par
la penumbra de un cuerpo
en soledad tan frío.
Y que ese cuerpo beba de visitas
extrañas,
que su cintura
se deje acariciar,
y que su pecho tiemble,
que la casa reciba
al viento aventador de su salitre,
el llanto seco, el llanto.
Si los tocas se ablandan
despacio, si los tocas
desisten de cubrir,
mira, se endulzan.
3 comentarios:
Ogi. Ya lo sabes. Ya sabes lo que pienso. ¿Hay algo, (por más desapercibido que para los demás llegue a ser), que no sea para usted el rayo repentino de un poema?.
Muchos besos. Feliz semana
El verso de "Abrir en dos el pecho del silencio" es el que más me gusta. Que se abra a pesar de...
Que placer es visitar tu página y leer cosas tan bellas.
besos
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