No has dormido porque la alegría perdura en su sueño con los ojos abiertos, bien abiertos, impaciente.
El día augura una promesa de burlas derrotadas, una impresión de conocer tu sino.
No es otra cosa que un temblor jubiloso el dedo del amanecer cosquilleando en la cadera de la noche, despertándola, ocupando su cama con un ruido rosado.
El día augura una promesa de burlas derrotadas, una impresión de conocer tu sino.
No es otra cosa que un temblor jubiloso el dedo del amanecer cosquilleando en la cadera de la noche, despertándola, ocupando su cama con un ruido rosado.
2 comentarios:
Buenas noches, poeta.
Se echa de menos la antigua frecuencia de tus letras poéticas.
Sí, la alegría mantiene sus ojos bien abiertos :-)
Un abrazo muy grande, señorita
Maravilloso, como siempre.
Besos
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