
Leyenda del Nilo
Leo los signos.
Soy la niña
en la orilla, mi madre peina
su pelo escaso, le pregunto
en qué piensa, pero lo sé;
mi padre disfruta domando
cocodrilos
o
embargos,
leo los signos
vienen los remeros del norte
gritando que me aman, mintiendo.
Yo quisiera volverme un ibis
creador.
Leo los signos.
Una turbulencia en los peces
no es otra cosa que mi mano.
Se reúnen, se abrazan, van
detrás de sus muertos.
Leo los signos.
Mi madre sumerge sus pies
en el agua. Mi padre canta,
siempre ha cantado...
por qué cambian los signos.
1 comentario:
un lujo de nuevo. Una serie voladora, como tu poesía
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