Porque veo
la rama del almendro montuno que florece,
me favorece tierra que disuelve las médulas
Y crecer delicada,
únicamente el frío duda de si febrero...
Hablo de ese silencio que fertiliza duras
cortezas, luego un fruto.
Hablo de ese silencio que consigue reunir.
No me busquéis más tarde
sino almendra,
hueco de viento,
No me busquéis ahora,
abriéndome al silencio de perfume que nunca
apreciarán los frascos.
Me visitan abejas, pájaros tan delgados
como un dindón de sílaba
y llevan mi silencio detrás de sus canciones
y me llevan, me llevan
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