sábado, mayo 23, 2009

Cuarto poema. Nº 24 de hermes





      Malvada madrastra


      Les robo a las garcetas las camelias
      atadas a las ramas del invierno.
      Mi espejo tiene dientes, la leona
      se afila en el cristal sus cuatro garras.

      Los árboles del río son mastines
      que se dejan poblar; dormitan, suelen
      moverse muy despacio sobre restos
      o acercarse a beber tambaleándose.

      Hay un sol de muchachas azaradas
      que más tarde, en verano, se insolentan
      mostrando sus ombligos con argollas
      de acero.
      Ahora debilitan sus manzanos
      gimiendo igual que ovejas escuchándome
      aullar,

      pero a pesar del miedo al hielo oculto
      que les haga un bebé en sus vientres lisos,
      que les saje la carne con los gérmenes
      del tiempo encizañándose, escapando,

      guardan la fortaleza de la piedra
      que hierve,
      que todo sol contiene sin sentirse
      indispuesto.

      Acarician los perros de la orilla
      del río,
      llaman a las garcetas por sus nombres
      y se cubren de plumas concedidas
      y pescan
      como pájaros.

      ¿Dónde estará la lluvia de aguafría
      que les arranque el corazón de un golpe?

      ¿Dónde, espejito mío, el nadador
      carnívoro olfatea a las muchachas
      y les come los pies y va subiendo,
      las envenena a gritos, les arranca
      el corazón de golpe con su beso?



Vals. - Tchaikovsky

7 comentarios:

Anónimo dijo...

*El subrayado es mio)Dixit.-
NOTA: no dejas de sorprenderme; y digo más, no dejas que la tormenta -de ideas- te sorprenda...

Anónimo dijo...

este es duro ehh, muy muy descriptivo un beso.1dvalvde

Lisola dijo...

Ogi, gracias por tu paso. Un placer leerte.

Lisola.

Inma BabiaS dijo...

También sobresaltos, poemas vivos, claro ;)

Kitiara dijo...

Es lo que hablábamos antes, Ogi: duro, impactante, sorprendente y no obstante deja traslucir algo muy distinto.
En todo caso, Blancanieves (o la Cenicienta) y su madrastra no son más que dos caras de la misma moneda.
Como casi todo.
Besos, reina.

Anónimo dijo...

Visiones de futuros próximos desde el espejo del futuro presente.
Temores recorridos, premoniciones compartidas.
Avisos sin cautelas.

Besos
Polov

Anónimo dijo...

Estos poemas escritos hace años... Vigentes aún;tan frescos;tan radiantes y hermosos; tan bien escritos, en una palabra.

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