- Interior con niña
Ella soy yo,
¡será insensata la plenitud matinal
de los colores, de las frutas!
En el silencio que concentra
el espacio privado, deleite del viaje,
como si el tiempo fuese ríos regresando
o Henry James perdiera las tuercas,
ella soy yo,
tentada
por el hule lustroso en la mesa, tentada
por el agua de la jarra, por su cristal,
provocada
por los hierbas, los veroneses,
el cándido algodón, canelas flavisuaves,
lavandas, ultramar, corales, viridianos
destellos, negros de Marte, sombras tostadas,
tomates, pomelo, manzanas,
calabaza…
raptada en el papel…
¡Cuánta policromía
me invita y no la escucho!
Y ni siquiera estoy,
ni siquiera descanso la mirada: soy
el libro.
5 comentarios:
Desde el libro me asomo, para recordar o encontrar las pinturas ;) BabiaS
Canela...
Tú, tú eres canela de oriente.
kukurruskus
Qué deleite este viaje.
;)
Sí, esa aventura que es leer y el gesto y la atmósdera que describe el poema... me trae momentos deleite.
Un besín
Hay libros que te transportan es cierto, y todo lo demás está fuera, y todo lo demás no importa.
Bsos!
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