Tirina (Bolivia)
Para salir en la mañana
a comprar
-o tú, desde lejos,
lumbre primera, si me escuchas
reuniré la hechicería
de los mirlos-
o para encontrarse
con cereal propicio, telas
multicolores y los ramos
de gladiolos y esterlicias
-si tú me miras creceré,
daré calor, convocaré
a las hormigas de la suerte-
Para salir en la mañana
a vivir, a medir el lado
blando de lo manso: pequeños
caprichos no son más que un lazo,
un tazón de azúcar sin cáscara,
oler el aire en la carita
del niño, y arrullarlo, hacerlo
de vainilla…
-tú, desde lejos, aproxímate,
sal del secreto de las conchas,
ven conmigo, plural exacto
de la espera-
Para salir en la mañana
y conversar con las mujeres
de obsidiana preciosa
-o tú,
cuando desanudas la niebla,
cuando la mañana favorece
a los callados-
8 comentarios:
Nos encontramos en la tierra
bajo la mirada de estos niños
de ojos tan profundos, de ojos que nos dicen, ven y tiendeme los tuyos... y los tuyos se unen a los suyos en estos poemas que ahora tejes pars nosotros.
Un beso.
Lisola.
Después de leerte hoy no siento las esperanzas desfallecientes. Los callados también tienen voz, dices... Sí, la tienen.
Sara
Que grata la voz, favoreciendo a los callados, acariciando con calidez de lo manso.
Un abrazo
Me sigue gustando dejarme llevar por tus palabras.
Un beso, Ogi.
La mañana es como un comenzar, la mañana es la luz, es la vida. Me gusta la mañana.
Un abrazo.
¿bastará una sonrisa?. Aquí te la dejo :¬)
Ogigia, tus poemas siguen impactándome mucho. Me dejas sin palabras. Es precioso, blanco, lleno de luz y fuerza.
Que la luz desanude siempre la niebla, para que la vida avance, crezca, para que todo se llene de color, de bullicio, de risas, de alegria...
Que la vida de esos pueblos prospere sin que pierdan nada de su virginal encanto.
Un abrazo.
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