Peces
Se asemejan
a la ligereza
del aroma de la vara de incienso,
patinan bajo el agua
y no pesan
y juegan.
Rodearon mi cuerpo
cuando caí al fondo del dolor;
me miraron desnuda, golpeada
por días de lo amargo,
rodearon mi cuerpo con su brillo
y me prestaron
sus escamas.
Les agradezco ahora
que se comieran el libro del miedo,
que me hicieran flotar
mientras mordisqueaban mi cintura
y me despertaran de la atracción
del lodo,
me volvieran el rostro boca arriba
y viese las estrellas como peces
mirándome.
Y no me prometieron
sino el aire,
unas veces acerbo,
otras dorado.
Se acercan a la orilla
livianos, portadores
de un cristal muy grácil y luminoso.
Baño mi mano próxima
a ellos,
a modo de saludo,
y vienen a mis dedos...
- Me recuerdan
8 comentarios:
Me has hecho descubrir los peces
: ))))) estos peces
Un beso
Jade
Delicia leerte, querida Ogi.
Y escuchar tu elección musical.
Beso!
Se asemejan a la ligereza, no pesan, juegan con la deuda del siencio. Muy bonito con la densidad del estar flotando... felicitaciones!
Se puede ser así de silencioso como un pez? Se puede amar la vida y mirarla como los peces o como las estrellas? Un beso Ogi.
Aparte del don del silencio, les debes el de la ligereza. El del jugueteo. Las luminosas escamas, -digo, versos- con las que tan fluidamente te desenvuelves.
Abrazos, Ogigia
Cada lectura me descubre una tonalidad distinta del silencio, apacible hoy, casi terapéutica.
Un besín
Gracias por tu comentario, visito tu blog todos los dias, por cierto, has ido a Melque?
Un saludo
Nunca más me sentiré extraño cuando me llames "pez".....
Ahora sé que es un honor.
Un beso.
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