
Melón en un plato con uva y caracol
Hastío es el perfume dulce
cuando los labios humedecen
tu mejilla,
demasiado saboreada
esa fruta.
El tiempo babea sin pausa
y una gota de vino queda
agujereando la mesa
cuando se vuelve el ansia
pasto de moscas
de soledad,
zumbido.
Cuando, a quien se besa,
carne sin zumo de deseo
o nada.
2 comentarios:
Querida Ogigia:
Paso con tiempo y detenidamente por todos los poemas escritos hasta ahora. Conozco algunos. Fantasmas y Calamos está en mis estanterías. amarga esa voz que bucea en Duino. Curioso cómo indagamos en los mismos procesos...casi una confesión ligada a los sentidos. Fantasmas que se alejan y desdibujan como en un cuadro de Monet y cuyo único destino es llenar nuestra copa con el veneno del olvido.
Paseo por este último poema y quema y deja su cicatriz cercana y destruida en la naturaleza muerta, muerta aunque viva, viva pero sin zumo.
Me ha gustado especiamente este último poema.
Un abrazo, siempre.
Lisola.
Qué asombrosa sensación de viscosidad, de dulzor ajado en ese beso..
Un besín madrugador
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