JULIA JACKSON FOTOGRAFIADA POR MARGARET CAMERON
La textura porosa de su tez. Quizá
el tejido de la fotografía adquiere
aspectos entre un momento aún de la infancia
y ese rasgo inicial, una altivez salvaje,
adolescente.
Los ojos muy claros, la sombra recogiendo
el misterio
que recorre la cabellera y luego vuelve
a los labios apretados, a la distancia
inglesa del mundo e imperceptibles torturas
victorianas.
¿Qué sabemos de ella sino la seriedad
de su belleza?
¿Qué heredad suya conocemos sumergiéndose
en el Ouse?
Ahora está a punto de ser acariciada,
estremecerse su barbilla, recogerse
el pelo, porque una madrugada, despacio,
alguien le deshaga la trenza y le prometa
una virtud,
un sometimiento.
Ahora, todavía arrogante, responde
a los augurios.
Separémosla
de la hija suicida ni siquiera pensada.
Escuchemos
su gesto, su instante, su primera hermosura.
Invitemos
a su piel
en el tacto
desde la fantasmagoría de una foto
del diecinueve
hasta nuestra mano, que quisiera decir
cuánto, de todo el tiempo, se adueñará
su hija.
1 comentario:
Y los lunes...en Ogigia. Esa foto hace años que me persiguió y tú me la cuentas.
Sara
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