
Retrato de una infanta
¿Te extraña aún la inconsistencia
del tacto?
Aunque te abrases, aunque
no te quede rasgo en la piel,
aunque el próximo abrazo vaya
a privarte del corazón.
¿Te preguntas aún por tantas
flores nuevas entre los dedos
femeninos?
Juan de Flandes
no me responde a la fisura,
no me dice si la ceniza
de la doncella
-tan joven, tan ensimismada
en su altivez-
se mezcla
con el barro o va y viene al viento.
Qué pregunta
es ésta en el cansancio, herida
contra dios,
una invención, gesto distante
en la mirada de la niña.
Juan de Flandes no ha regresado
para corregirse.