- CEREZA
¿A que parece imposible que, de los pétalos
rosados, puedan aparecer esos pendientes
que te ponías de pequeña?
A finales de primavera,
cuando los jardines japoneses se adornan
de lazos infantiles olvidando el humo,
me gustan las banastas de las fruterías
llenas y llenas de pendientes que conservan
sabores rosados.
Pendientes con sus pares de verdes rabillos,
igual que mis dos labios en la primavera
esperando los besos, queriendo dar besos.
¿A que te parece imposible que el color
de los besos sea una joya de tu juego
y después quieras
besos,
más besos?
2 comentarios:
¡es verdad!
rojas, brillantes, dulces..
:)
besos!
He sonreído al recordar los pendientes - y los barquitos con los gajos cruzados de las mandarinas-.
Y besos, miles
;)
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