que se asemeja a todas las cartas del verano.
Mis animales duermen
seguros de mi estancia, de mi callada y lenta
compañía.
Esta es la tarde
de la cantora
de jazz. Quizá otra tarde modulara por mí
un blues de llanto,
ese fuego
del apasionamiento.
Pero esta tarde
dejo de amedrentarme con las inmediaciones
de Aquel,
verdugo de las tardes destinadas a sombras.
Fueron setenta días de acicalarme el rostro.
Él prefería el negro,
el suficiente orgullo
y yo sólo quería averiguar sus manos,
arriesgarme de amor
y delinquir.Tú morirás muy joven,
y le besé parando
las agujas.
Esta es la tarde
que me invita a guardar
el maquillaje.
Y recobro el dominio
de los círculos,
rodeando mi casa
de jardines
por tener un planeta que pasear sin riesgo,
vistiéndome de blanco
para ser labios blancos
de soledad,
más blancos que las manos
de Aquel,
más blancos que su vuelo de enamorado cuervo
de sí mismo.
Amelia - Joni Mitchell
1 comentario:
Cada día más tú y muy cerca de ella.
Me voy a tu Isla.
Sara
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