HERREROS
El mensajero se detiene por un instante antes de hablar.
Venía del resplandor de las islas, de los miedos en los cruces de caminos, de los mercados y la suerte, de las calles de tu ciudad por donde escapan los ladrones.
Interpretaba a los extranjeros y una leve sospecha se trazaba en sus rostros tras los pactos.
Las serpientes del kerykeion no acababan nunca de trenzarse.
El mensajero piensa cada palabra antes de hablar y elige una que se desvíe a la verdad y a la mentira, otra que golpee amorosamente con su mal, y para la última escoge un filo que penetre fatal y limpio y que su herida no se cierre nunca.
Ellos son terrenales y aún no atienden a los avisos.
..........................
Tu padre, que conocía bien el fuego y los metales, te llevó de la mano al Museo del Prado.
Turn Me On - Diana Krall y Norah Jones
3 comentarios:
Este verano volví a verlo acompañando a un amigo de fuera.
Gracias, poeta.
Imagino que con el nuevo curso abierto ya... Buena suerte
mmm el mensajero quizas se trae aprendido el discurso,,, solo trasmite a los terrenales. saludos.
Me viene al recuerdo aquello de: olores de fragua en la infancia, entre espadas dagas y sables, piedras preciosas y metales nobles, no menos noble el acero domado a golpe de martillo y yunque…
Antonio
Publicar un comentario