- Roza la timidez de los galápagos,
puntas de huesos
pulidos en el curso
y la nutria construye un laberinto,
y el barbo, y la culebra...
El río,
con el nombre de espada de dos filos,
busca el temple del tiempo en las ciudades,
corre hacia las leyendas
de la infidelidad,
de ser un cuerpo acariciante, fértil.
Viene de las montañas
con sortijas de dioses cuyo pelo
sólo rescatan los tritones para
adornar su casa;
viene
riéndose
porque me debe aún el viejo ciervo
un trago de su boca.
Oro de los guijarros,
limo que no ha paladeado azúcar
de ocasiones perdidas,
de jardines donde fue doloroso
despedirse.
Todavía no es tiempo,
todavía mujer
anfibia, espada
que recorre las puestas de las moscas.
Me quedaré en su orilla
todo lo que respire,
lo que pueda
repetir en libélulas.
Un movimiento
su brazo trasparente,
algo que nunca cesa,
no se deja medir.
Simple - India.Arie
2 comentarios:
Felices vacaciones, poeta ;)
precioso poema! Bsss.
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