La que limpia los urinarios
Es invisible cuando Tamara de Lempicka se suaviza en sus bragas de raso y se reconcilia con su vestido mirándose en el espejo, retocando la curva de sus labios y yéndose después mientras calcula la pedrería de sus amantes.
La que limpia no ha deseado la danza de los peces bajo el tedio del Adriático, no sueña jamás con encontrar un brazalete de plata que burle el recorrido de los desperdicios.
Pero conoce el candor de los que se alimentan con pétalos de rosa por el yacer casi inodoro de sus heces y cuántos miles de cerezas se precisan para el pastel intacto de una novia bella y anoréxica.
Conoce el temor de los hombres de negocios en la mancha que dejan sobre la porcelana de hielo, el secreto de las embarazadas porque gimen al cerrarse por dentro en dos metros cuadrados de soledad y el caviar que comieron los discípulos de una logia y el licor culpable que embriagó a los amantes de la condesa Tamara de Lempicka.
Cada día se resume en los desagües llegando al fondo de los pensamientos elevados. La música del agua no le regala arroyos transparentes.
Y cuando acaba su trabajo se marcha más distante que la pintora Tamara de Lempicka. El sol no la golpea con su desvergüenza y en la oscuridad su paso está cansado como la danza de los perezosos que se aman en un lujoso hotel de Venecia.
5 comentarios:
Todas Tamara, todas La que limpia, quizás todos también. He buscado sus pinturas, no me sonaba - estoy pez también en pintura-.
Feliz domingo
FELIZ ANO NOVO.
Manuel
Consigues que todas, cada palabra, se vuelvaa poesía, Ogi.
Besos muchos
Que el año 2009 que está a punto de comenzar te conserve ese don de hacer poesía sea cual sea el tema que elijas.
Un abrazo
Que el 2009 sea un buen año para ti y sigas llenando el mundo de palabras bellas.
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