Anonimato
La huella de mi pie tuvo su instante
igual que la pisada del hombre de la Luna.
Se aquietó la ceniza, el dios volvió su rostro
hacia mi rostro
y ardieron mis palabras
enterneciendo el pecho joven de los guerreros.
Pero al viento le gusta divertirse:
lame la imperturbable dureza del basalto
y nacen nuevas playas con su fuego vencido.
Figúrate qué rápido bailó sobre la huella
de mi pie.
Ni escuchaba
mi feroz disputa con el olvido
ni atendía el agobio de los viejos guerreros.
Ahora nadie sabe que alguna vez anduve
junto a un dios invencible. Que mi voz mantenía
la ilusión
de un rastro no del todo pasajero.
Ahora arrastra el viento mi nombre, un remolino
casi alegre visita mi morada
y no conoce nadie
que estoy viva
y el viento no repite lo que robó a mis manos
y me estoy ocultando aunque estoy viva.
La huella de mi pie tuvo su instante
igual que la pisada del hombre de la Luna.
Se aquietó la ceniza, el dios volvió su rostro
hacia mi rostro
y ardieron mis palabras
enterneciendo el pecho joven de los guerreros.
Pero al viento le gusta divertirse:
lame la imperturbable dureza del basalto
y nacen nuevas playas con su fuego vencido.
Figúrate qué rápido bailó sobre la huella
de mi pie.
Ni escuchaba
mi feroz disputa con el olvido
ni atendía el agobio de los viejos guerreros.
Ahora nadie sabe que alguna vez anduve
junto a un dios invencible. Que mi voz mantenía
la ilusión
de un rastro no del todo pasajero.
Ahora arrastra el viento mi nombre, un remolino
casi alegre visita mi morada
y no conoce nadie
que estoy viva
y el viento no repite lo que robó a mis manos
y me estoy ocultando aunque estoy viva.
4 comentarios:
Un placer leerte - me repito, porque así es ;) -
Tus poemas si que están vivos y su lectura siempre es un gran placer.
Buen fin de semana.
Es precioso....
Qué bien entiendo a InaBabiaS. Tampoco puedo sino repetirme en que eres eres una POETAZA como la copa de un pino.
¡pero de los grandes!
:)
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