- Recuerdos de Madame de Tourvel
Ella sabe
que la tristeza es una daga lenta,
tan invisible sobre la sonrisa
que pudiera mostrar en los espejos:
como si se tratara de un gesto tolerante,
como si fuera el gesto
de haber sobrevivido a una renuncia.
Ella sabe
que haber sobrevivido significa
perder la invitación
que da la muerte al llanto,
perder esa condena de la hermosa mentira
que le decía una y otra vez:
- ámame
- ámame
Y ella sabe
que ni siquiera el odio
hará callar los golpes de su pecho
o la convertirá
en alabastro dulce y venenoso.
Porque recuerda
que hubo un tiempo donde la inocencia
era una forma
de acariciar las rosas,
que hubo un tiempo distante a cualquier filo,
inconsciente y dorado,
manso igual que una fuente,
de abejas y de cofias con puntillas
y de pulidos claves y Scarlatti.
Porque recuerda
que hubo un tiempo tranquilo para el ánimo
ella sabe
que nada sobrevive a la tristeza
y que el tiempo que sigue al desangrarse
es un tiempo de muerte de por vida.
5 comentarios:
Es textura, tu voz es textura. Un gusto leerte, aunque sea rezagada.
Un besín
Un placer leerte, poeta
- sé que me repito, pero es que es así de fácil-
;) BabiaS
De paseo por tu jardín, libé y me voy ya plena y hasta has conseguido que salga el sol y más.
Ella sabe que nada sobrevive a la tristeza que mata al alma, y tú y yo...también lo sabemos.
S.
Es muy bonito... Me ha gustado muchisimo.
Un beso.
Bendito amor y bendito dolor... que se desgranan en la belleza de un poema como este.
Un saludo.
Publicar un comentario