- Interior en Collioure. 1905
Naranja intenso, malva o verde
en la calidez de la sombra,
en el espacio que tamiza
caleidoscopios.
No se pierde el amor, más bien
hay una lágrima que traza
el veneno de la dulzura.
No, no se pierde ni una gota
del amor:
telas de araña
me recuerdan
al Shannon de Los muertos de Joyce.
Pero nada de la vasija
del amor cae.
La siesta de julio rodea
mi cama y entra
-como si Matisse conociese
mis colores en la inflexión
de la soledad- hasta abrirme
entre sueños tu permanencia.
Vas fluyendo en mí; lo demás,
barcos que mece la fortuna,
son dominios cruelmente ajenos.
5 comentarios:
Vas fluyendo en mí... qué expresión tan hermosa para simbolizar lo que puede llegar a ser pertenecer a otra persona, aunque esa persona no lo sepa, o no lo quiera, pero pertenecerle al fin y al cabo.
Ogi, he puesto un enlace a tu Jardín en mi blog, para que todos los que me visiten se encuentren también contigo y les atrape, como a mí, el viendo color ciruela...
Será una preciosa presentación. Como cada vez.
:)
Besos, querida amiga
bello cuadro con un toque naif impresionante, me encanta ese estilo... el oema por demás hermoso.... mis felicitaciones a tanta creatividad literaria
Hola Ogigia, mañana es lo del libro, no? donde es??
Un saludo!
Adorable, mucho.
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