- La ventana. 1905
Quiero asomarme
y que mis hombros se despejen
de la tristeza.
Entra el viento de olor ciruela
agitador de los balandros,
empuja la plata a los rielos
y desanuda cuerdas para
la tarde convertida en pulpo.
Entra ese viento casi un hombre
y por qué regala petunias
y geranios cuando perfuma
con sal,
con escama,
acaloradamente.
Quiero
que me vacíe, me despeje
lóbulos, alise membranas
mías, no me deje pensar.
Es el momento de las telas
coloreadas, el reflejo
del incesante movimiento.
Es el cristal de la ventana:
doble tarde, doble esplendor,
distante muerte.
Música: Ernesto Nazareth
El título de la pintura no lleva fecha,creo recordar, pero como Matisse nombró varias de sus pinturas del mismo modo, La ventana, he añadido el año en el que el autor fechó la obra que vemos.
3 comentarios:
Y nada que pensar, cuando el movimiento afina ese empuje insistente, aunque nos lleva, nos lleva sin querer, con los bolsillos llenos de anudados fragmentos de esa calma que buscamos en nuestras vidas.
Me gustan mucho tus poemas, como siempre...
Un beso, Ogi
Precioso Maria Antonia, como todos, por cierto, estuve con Jesús Pino, te mandé saludos.
Un abrazo.
Me has dejado pensando en tal instante¡¡
Eso que tu llamas "distante muerte"
Un beso¡
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