
El fantasma de las Cortes de Amor
Porque prefiere permanecer en la aridez de los amores imposibles
su amada se convirtió en alabastro sin temblor.
Esto fue lo que quiso:
no arriesgarse a cruzar el territorio del sobresalto,
no tener que escuchar una negativa.
no dudar de la mirada de los mensajeros.
Y terminaron los poemas de abril
y las prendas de seda
con olor a virgen esquiva y caprichosa.
Su amada envejeció,
la ceniza cubrió el reclamo
de su juventud apasionada.
Se borró el epitafio de su linaje
y los herederos quemaron los tapices
donde ella había bordado
cifradas inscripciones de lascivia.
Él la amará siempre
porque se entregó a la adoración de su distancia,
como se adora al Sol
sin mirar su fortaleza de asesino,
como se desea la Luna
para que nunca llegue el momento soñado
de alcanzarla.
Se be-m partetz,mala dompna,de vos