AMARILLO INDIO
La dama Parvati
pinta las miniaturas del libro
de la vida
y las figuritas coloreadas
comienzan a bailar la danza alegre
del calor, de los amigos, de los besos.
Amarillas, un punto de azafrán.
Ella
sabe que los niños
nacen de los estambres de una rosa
perfecta que envidian
los dioses.
Ella sabe que es amarillo, casi
rojizo el lugar donde no oscurece
la ternura.
La dama Parvati,
sensible señora de las montañas,
distingue
el instante cuando el sol acaricia
el hielo viejo de los Himalayas,
y no queda un rincón de sombra fría:
todo es el color
de los niños morenos en el campo.
Así prefiere pintar miniaturas,
así está contenta,
así rechaza el tinte del desprecio.